martes, 30 de enero de 2007

Fichas


Comoccio vivificó la suspensión y estiró la mancuerna.

Pi, ¿entendés?
Po. Respondió.
Felicitaciones le dieron al albergarlo en su fiesta de cumpleaños. Todos te queremos y agarró y se malcopó.

* * *

Jacqueline tenía un moño y su atardecer nunca llegó, con cáspita y legumbres conoció el sueño ineterno. Allí despertó (o creyó haberlo hecho) pero daba igual despertar que soñar con estar despierto. Ahora que es hombre quiere sumergirse en la hondonada y entre fluidos viajar al centro mismo de la escencia.

* * *

Rimbombeante un sol y la mar.
Un capitán en su barco sonríe feliz. Todo bastante, bastante definido todo; los colores que hartan realismo; cruje el cuadro hasta despertar. Es algún momento pasado.

* * *

El risco dorado y la mar, no adoran al sol, invierno y gris el aire, lluvia, trigo y arroz. Todo en un marco dorado, asolado.

* * *

Bertoni supo cuando el día culminó. Apresto rojo mandó, se quedó lágrima su.

* * *

Resume supremo la canción que flota. Resuenan truenos cotidianos y la sal se lleva las heridas. Floto entre mis venas audaces y cumplo la misión.

* * *

Todos despertaron al oir el pedo de Roberto.
¡Otra vez fue ese hijo de puta! Se quejó la vecina con una vela en la mano y corazón de cristal esfumado con cané, pastafrola y chamaco. Su cama era de seda con almohadas fosforescentes.

* * *

Volví a suplir su condena de Guayaquil. Por TV volví. Y ahora encestado e incestado, volví. Volví, porque sí. No se porqué usás gomina (palortekeda). En la época de Yira, solía escribir poemas que nunca freían las labores supremas de pollo, a su vez, de vez en cuando, volví y a la vez, de una vez por todas.

* * *

Colador petri-petrificado; se fumó un lavarropas la gaviota Mondragón. ¡Guacha! ¡Reguacha! Se agachó y un queso parmesano sobrevoló raudo la melena de Kike. El muchacho picarón, pivote del PAMI y actual vendedor de cerdos con ketchup de Malasia y Ciudad del Cabo.

* * *

Esopo fue un rey que tenía muchos sirvientes. Lo peor -dijo un día- es cagar de día. Los vasallos asintieron. A partir de ese momento las cosas no volvieron a ser las mismas. No, las mirabas y eran otras. Todo había acabado transformándose en despreciable y ahora todo era “lo peor”. Sin su queja, el rey abandonó la partida.

* * *

Fantasio Clima sumergió su espesa melena en la limonada. Crujió el barco y cambió la dirección de la cruz, la que atropelló la ceniza.

* * *

Lervo en sí. Furto sobre rol. Melgar su gente, y Carpo igual.

* * *

Mingus y su apodo supieron diferenciarse del mando del que provienen al nochero simulata de hojas secas que caen en otra dirección y fermentan su propia hoguera.

* * *

Y sobre la arena, no de arena, de cenizas, se expandía o aplastaba un cielo, no de cielo, de cenizas. Todo mar, toda luz, todo acontecer es de ceniza. Todo paso no existía.

***

Al viento sus crines, es dulzura, es seda de mil destellos azulados sobre la negra cabellera. Plumas exóticas se desprenden y vuelan, tirabuzón. Y las flechas, es poder, es vida y muerte por necesidad.


Cuentos

Farsa

Farsa sabe de sus encantos. Farsa sabe aprovecharlos. Lo hace. Lo significativo de su relación con la mesada es que mastica al ritmo del reloj triangulitos Adler. -¡No me va a vencer! gritó al gato que observaba sus movimientos uniformes. -Nunca pudo hacerlo, ni si quiera aquella vez-. Se refería al preciso momento en que soltó su plan. El momento menos indicado para hazaña tan consentida por autoridades gástricas tales como Antecomo y eminencias sanitarias, sea el Lic. Valotiqué o la Dra. Mugreta. El vómito finalmente quedó controlado, o mejor, maniatado.
Su trato con el almacenero se encontraba en la plenitud. Se lo había dicho el astroanalista en el concierto: “El pan bajará, bajará y bajará”. El grito de Farsa al escuchar esto fue formidable: -¿Y mis encantos?-No fue la magnitud de lo intransigible. No. Fueron los decibeles. -Almacenero, ya no lustre su bota- Su tono cambió y el mundo también. La velocidad de la luz fue lenta al lado de la velocidad de sus eructos. Guok! Guok! Y dale que va! -¡Comé bruja!- Gritaban. -¡No señor!- Contestaba; y así pasó una tarde y un tenue sacudón le bastó para digerir la “Addler tonelada”.
Esto era lo que le gustaba, mantener cuasi o pseudo relaciones intransigentes con gente de camisa azul amarillenta. El almacenero era entonces el ideal y tatuó en una teta su rostro, el del almacenero, en un piano bar. La Dra. Mugreta no se lo había aconsejado. Pero ella desobedeció y … -¡Debo salir! ¡Debo salir!- Su escalofrío fue notorio, el almacenero no percibió su latir, su canto. ¡Debo salir! ¡Debo salir! No podía concebir otra idea. Ya estaba afuera del piano bar, pero su mente, dentro, no lo admitió.

* * *

Merlo

Anochece. Merlo abandonó el lugar que habitó toda su vida. La cantidad precisa de años desde su nacimiento. De pronto en la cancha de River ordeñó dos y sólo dos cabras; todos fueron conscientes de esa actitud. Lejos de controlarla, pudo advertir que existía cierta simpatía, cierta conexión que no tardó en dilucidar. Pero no dijo nada. Sólo apretó sus ubres y tapó sus hocicos con la red del arco. El momento más gracioso fue cuando tuvo que correr al heladero para que, sin pensarlo, se incorpore a la tribuna. Merlo no quería a nadie a su alrededor, sí, y esto es curioso, en el avión de José. José fue muy serio hasta el preciso instante en que, desorbitado y soldado, quemó sus pestañas mientras intentaba localizar el centro exacto de su miseria. Merlo nunca lo supo. José tampoco lo tuvo muy claro, a pesar de alumbrar sus ideas con una linterna. No vio nada, ya no tenía pilas. Miserable condición la suya: despilado dentro de un avión. De Rita prefería no hablar, le tenía el páncreas hinchado. Rita era novia de Basualdo, que a su vez mantenía una extraña relación con una de las cabras de Merlo. Esto era precisamente lo que a Merlo lo hacía ir al cine, le hacían dar ganas. En una oportunidad, cambió su look y se dirigió a la sala más próxima. El film que proyectaban no era de su agrado pero satisfacía requerimientos de elite. Fue allí donde Rita le confesó que Basualdo le era infiel. Merlo no imaginó un lápiz, contrariamente, se le ocurrió una bombita. A todo esto, en la pantalla, relucía la estrella cabra, su conocida escena. Merlo se la perdió, pero no así José que escondido debajo de una butaca, contempló a Aurora, la re-cabra, terminar su performance, digna de aplauso y no berenjenazo.
Bueno, la leche de cabra, extraída por Merlo le era blanca solo a su tío.

* * *

Pepe

Pepe miró a la lejanía y no supo de misterios, sus manos como de piedra, recogían de los intentos cotidianos lo más vago, lo más vago; nada respondía a sus sueños. Ni siquiera las flores, o los cactus, que en un rictus de penumbra se silenciaban en torno a Pepe. Pepe declinó, y en sus esplendor vislumbró. No se. Ni si quiera su cocktel de uva. En sí pudo ver lo que ansió y no supo, no supo. Para peor las sirenas ya no colmaban sus deseos, ni siquiera los libros de Tarzán ni los de Julio Verne. El amor que sentía no llegaba ni al primer piso. Y encima, ocho pisos arriba cundía el pánico entre las tejas de Pepe; tejas y quejas, las viejas luces se asemejan, abejas o almejas tristes. En primer lugar no soy ateo -dijo-. Y luego si querés te abrocho -acotó-.
Las lentejas embalsamaban y a Alberto, su mejor amigo no le gustaban y es precisamente por eso, por su sabor, que prometía silbar. En ese preciso instante, José, el almacenero, estaba tomado por la cámara 3 y la película se discontinuaba en dos partes. “No es posible filmar así, la recontraputa madre parió!!” gritó el director entibismado. Y por un tubo salió la mole de la pantalla. Butacas, petacas del cine sublime, y la gente buscaba a Eduardo. -¿Y Eduardo?- dijo uno. -Me cacho- contestó Respedey, y se voló. Respedey era experto en escapes. Pero Eduardo lo había adulado, ¿comprendés? El jabón se le resbaló y perdió… Bueno, José estaba exento de la matufia.

Papeles

Comensales ¡despierten al ritmo!

Que la noche abrazó un sol lejano

y por un segundo cégalo todo


No es más que un dardo de alegría

que entumece tus quehaceres hipócritas

y languidece las pasiones dormidas


No responde a tus pies el terremoto

de tanta incredulidad colectiva

y de tanta vigilancia, no hay salida


¿Apeteces un poco de mi angustia?

propongo: te eleves y me cuentes

desparrame un poco, ¡sin miedo!


Teoría general de los detalles

en pos de geniales controversias irritantes

coagulando lentamente razonamientos inconstantes


Estás cerca de anular tus pensamientos

y de proveer mentales incipiencias

diluir el agua en tu sangre insípida


Como el viento, la razón engaña

en el sitio indicado todo realza

todo embelece la realidad solemne


Enturbia tus sentidos, no te arroja ni se calla

florece inaudita tu plácida vergüenza

sentado frente al limón estaba la paloma blanca

con el pico corta la flor con la pala saca la plata

* * *

Limbus Cirrus

Dibujo planetario, allá en la cúspide

de todo lo palpable

marcado de luz intangible


Solemne acecha tu devenir

de mortal cuasi-inspirado

divergente sensación

de plenitud y soberbia


Pequeñez e infinitud

perspectiva indescifrable

al poniente de tus sueños

al naciente de tus deseos

* * *

Tranquila descansa fugaz

torneando ilusiones, languideciendo

entre trinos consonantes

su voz agita el cemento


Sortija de mil colores

en su índice analítico

del poder instrumental

que ejerce terminante

* * *

Tormenta soluciona en más

algún emprendimiento seguro

sin por que tener su luz

de lado el bien hacer

* * *

Incertidumbre con sol

azúcar sin tenor

impalpable soledad

que recorre las sienes

de mil perturbables seres

que anochecen temprano

* * *

Acaricia mi ensueño

apacigua mis deseos

bebe mi sangre ácida de envidia


Lúcido como el gran devenir

que posterga las sabidurías

elevo la mas alta plegaria al sol


La luna no quiere a los lunáticos

como el sol avanza solitario

como la luz en medio de la mugre


Aparecido en el medio del torbellino

con el incierto pretérito… ¡ajá!

sin reducir tu dolor a nada


Incoherente, sin la noche y sin el día

en nada de lo conocido, sudor

* * *

Excel

No me pidas que defina

madamme Delfina. ¡No! ¡No! ¡No!

De Galicia brotan ideas

y de Filadelfia las palabras


Al ver sentirás y sudarás un 40%

no me interesa el chivo expiatorio

Xon así, qué se le puede hacer?

Sí, axiona el botón y contamina


Mental y psicológico, te vas por las ramas

Relaciona ya. El tiempo es veloz

audacia en inglés se oye mejor


Paradoja de ver el viento

donde no existen más que tubos de vacío

y en el borde descubrirás

un solo de guitarra que delira

* * *

Pero sangre no es el fin

ratos de sombra enamorada

telefón, suena tu sueño

y tu sueño no es eterno


Cerrazón de birra consumada

inclinado al cebo de Dios

nunca oí reír al cerdo

relaja tu dendrita, sí así


Apareces en la parte subterránea

en el medio del sol, su magma

resume la fuerza con que atisba

cambiar el curso de los astros


Mirror: espejo del horror

oh! Buey, me dirijo a tí

sin más pasos, la confusión

de lata, de chapa, de cartón


* * *

Gas

Un día no habrá más gas.

Un día mi alma no escuchará a el camión del gas.


Taxis, garrafas, cocinas y estufas no habrá.

Tendré que mirar a otro lugar, y buscar otro recurso natural.


Natural será, entonces, la leña a tu ojo.

Nuevos colores asomarán al cocinar el lechón.


Un arco iris de sabores, como el pan en conciencia de sí.

Un calefón enorme. Estallan serpentinas de un piloto al máximo.


Un sitio sabio te esperará

Un corazón será entonces el lugar

Un refugio ideal para mutar

* * *

Tu guarida puede ser una sensación

y tus ojos, demonios que se llevan

la traición de mi existir


Y aunque la huella eterna,

herida sin el incuestionable ser

rodeado y no más desesperado

inextricable

* * *

Una canción voraz

como el fuego,

que sin miedo

resplandece a tu señal

* * *

Una noche bit

una noche bit

parafernalia, Constitución,

avenidas, gomas, conchas,

tu horrible ser, vampiros,

quizás, trampas, kamikaze,

formato, alma

* * *

Amo tus ojos de sirena

que si bien no gritan,

resplandecen

* * *

A

Parafernalia, intrusión perpetua

actuando la ilusión

no tiene sustento el pensamiento


As de luz, intentos

Aprobación por desarraigos

aunque más no sea silencio


Impensables motivos inpensados

desgracia gris, tu sensación me llama

y ahoga el fuego etereo


Porque no vas y reiterás

tu frase eterna?

Al amor que ya no asoma

al cariz de tu existir

* * *

Amerma Iluz

Donde se cultiva la muerte

no crecen más que espinas

refriega tu sensación

escurre la inspiración

y no tendrás más que cactus

* * *

Sobrenube

Esqueleto en la lejanía

pero inalcanzable

no tiene dientes

me atrapa


Es un abismo fugaz

pero plantado a mis pies

atraviesa un arco de cristal inmejorable

toda la luz, todo brillo, toda inmensa cosa de color

que se hace fracción de grieta azul

* * *

Espuma de Cristal

Inquieta serpiente que avanza

desacostumbrada a la luz

palidece y no acrecienta


Como el dolor

ya no existe más

cuando a distancia

el tiempo no es más que hormiga


Descansa del temporal

pero sin frenos

avanza en soledad

entre las piedras


Toda cruz imaginaria

no eran historias del signo

no retuvo tentaciones

y se llevó a si misma

* * *

Ilusionluz

Entre lo súbito y lo permanente

despega una voz clandestina

se eleva y destella

cual mensaje de otro mundo


No tienes parámetros ni patrón

para precisar sus orígenes

sólo sabes que existe

y te llena vacíos irrefutables


Sola, ella emerge, se va…

cándida en la penumbra

de mil voces no-clandestinas

corazón de alpaca lustrado


Y te quedás, como siempre

en medio de tu locura

que no sabés ciertamente

qué, ni quién, la procura

…o de como la línea perpetua del destino asoma a la vida consciente

* * *

Un cerdo avanza

incrementa velocidad

y corre por la gran China


No descansa y a su paso

deja historias, tierra, tiempo

no, el polvo rojo no lo nubla

* * *

Rasguido africano

no se ve nada en la selva

árboles negros

detenta, detenta, detenta


Lago nocturno

no vive nadie

solo un rojo matiz

de purpurosa sombra

* * *

Anfibio de metal

en tu sonrisa

verde azul

estoy y me pintás.

* * *

Los caleidoscopios son

telescopios de mentira

y nos permiten ver

un pueblo imaginario

* * *

Ventilador de milanesas

Un ropero enmantecado, todo

* * *